03/11/2022/
La afiliación en el RETA en el mes de octubre alcanza los 3.332.150 trabajadores y trabajadoras por cuenta propia, lo que supone un leve saldo positivo intermensual de 2.287 afiliados más que en septiembre y 7.821 más que en el mismo mes de 2021.
Sin embargo, la hostelería, que se deja este mes 4.272 afiliados, y el comercio, con una pérdida de 3.013, siguen en caída libre y no remontan tras la crisis provocada por la pandemia de Covid. Ambos sectores acumulan cuatro meses con pérdidas de afiliación, que en el caso del comercio superan los 10.000 afiliados y en el de la hostelería los 7.000..
Por ello se hace mas necesario que nunca tratar de adaptarse a las necesidades del nuevo consumidor, la digitalización y la formación especializada son las claves para tratar de competir en un mercado cada vez más exigente. Por otro lado, detrás de muchos de los cierres que se están produciendo también está el factor energético y el encarecimiento de los precios, son miles los pequeños establecimientos que no son capaces de aguantar los costes de producción y optan por el cierre antes de terminar de arruinarse.
Desde AMTAS-UPTA hemos insistido reiteradamente en la conveniencia de establecer un bono energético para los sectores que más consumo de energía eléctrica necesitan para su funcionamiento, tanto el Gobierno central como las comunidades autónomas deben poner esta ayuda en marcha de forma inmediata, de lo contrario seguiremos viendo más carteles de “se vende” o “se traspasa” en los comercios y locales de pequeña hostelería en nuestras calles.
César García, S. General de AMTAS-UPTA, “octubre, que es un mes tradicionalmente malo, ha aguantado el tirón este 2022, y la afiliación se ha mantenido casi igual que el mes de septiembre, por lo que podemos esperar un cierre de año positivo en el RETA ante la campaña navideña. No obstante, y como venimos alertando desde hace meses, el pequeño comercio y la hostelería están en una situación gravísima, con pérdidas de afiliación muy acusadas, con miles de comercios cerrando y sin una solución que frene esta auténtica tragedia. La desestructuración del comercio tradicional es una realidad que está haciendo que las grandes estructuras económicas atraigan cada día más el consumo de las familias, tanto es así, que en este año han subido estas ventas en más de un 3%, mientras que los comercios de pequeño tamaño han perdido casi un 8% de cuota de mercado en los dos últimos años”.