El número de autónomos madrileños que cotiza por la prestación de accidente de trabajo se reduce en 2.000 en lo que va de año
Madrid, 1 de diciembre de 2015.- 79.058 es el número de trabajadores autónomos que en la actualidad, a fecha 31 de octubre, cotizan voluntariamente para cubrir sus prestaciones por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales en la Comunidad de Madrid, un 22 % sobre el total de autónomos registrados en la Región. Este es el número más bajo desde que existe esta prestación. A finales de diciembre de 2014 el número era de 80.990.
La Asociación Madrileña de Trabajadores Autónomos (AMTAS), organización integrada en la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) considera que la escasa información sobre este derecho de cotización voluntaria y la muy baja utilización de la prestación, ya que los autónomos solo la solicitan en el caso de imposibilidad absoluta de ejercer el trabajo, es la razón de esta disminución de cotizantes.
El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo ha publicado recientemente los datos del Observatorio en los que se demuestra que en el ámbito nacional sólo 10.362 autónomos pidieron la prestación por accidente laboral, frente a 355.572 asalariados. En todos los casos los accidentes de los autónomos se clasificaron como graves.
AMTAS-UPTA además teme que la aprobación reciente de la separación de cotizaciones entre la prestación por cese de actividad y la de accidente de trabajo haga bajar aún más este dato. Muchos autónomos podrían quedarse tan solo con la de cese de actividad que es de menor cuantía.
La consecuencia es un mayor nivel de desprotección del colectivo, en especial en sectores de alta siniestralidad, como la construcción o el transporte.
Por esta razón, Sebastián Reyna, presidente de AMTAS-UPTA, considera que, “además de una mejor información, deberían estudiarse medidas que hagan más atractiva la protección, como la posibilidad de reducir los coeficientes reductores en la jubilación anticipada para los cotizantes de sectores de actividad con mayor riesgo y siniestralidad y reconocer de forma inmediata el accidente “in itínere”, que en este momento no está comprendido entre los beneficios de los autónomos que cotizan”.